Todo empezó con la
crisis de las cuatro décadas, luego de 24 años de haber dejado la natación
competitiva y con la intención de mantener la forma física, decidí volver a
hacer deportes, comprometiéndome a entrenar 3 veces por semana.
Mi primera elección
fue la natación, debía buscar un club con equipo de masters. Intenté mirar en
la web pero las opciones eran poco factibles.
La segunda opción
fue el triatlón, disciplina practicada por Joan y otros, con quienes tomé
contacto en el club donde ocasionalmente iba a hacer unos largos en la piscina,
y me invitaron a unirme a ellos. La decisión no fue inmediata, entre el trabajo
y la familia me era difícil encontrar el tiempo para dedicarme nuevamente al
entrenamiento competitivo.
Es así como poco a
poco fui adquiriendo preparación física. Decidí probarme y me anoté para el triatlón
de Vilanova en octubre de 2012. Tuve
suerte que se suspendiera ya que no había logrado un buen estado atlético para
la prueba.
Al arrancar el nuevo
año me propuse planificar el calendario y trazar metas alcanzables, de modo de
lograr participar en una competencia por mes. Así, llego el duatlón del Prat
por equipos, que fue una experiencia muy buena. Luego Igualada, Cerdanyola, Blanes y por fin el Prat que estuvo increíble por ser el primer triatlón en equipos que
he hecho y además conseguimos llegar los seis integrantes juntos a la meta con un buen tiempo.
El siguiente
triatlón según planificación debía ser
el 9 de Junio en Cambrils, pero teníamos información de plazas libres en Cunit “Primer triatlón del Penedes Maritimo”,
donde ya estaban inscritos Fidel, Edu y Jacob. Decidí charlarlo en familia, ya
que sería otra mañana en la que no me verían. Mi querida mujer no dudó y me
alentó a que me inscribiera (gracias Su!).
La mañana del 26 de
mayo paso a buscar a Edu por su casa a las 7, una vez allí y ante la duda si
estaba en la dirección correcta decidí dar otra vuelta con el coche al mismo
tiempo que lo llamo al móvil. No contesta, mientras sigo dando la vuelta y verificando
si la calle es la correcta. Me llama diciéndome que se había dormido pero que
ya salía. Cargamos las cosas rápidamente, hacemos el recuento: Bicis, cascos,
neoprenes, trisuits, gorros, gafas, chips,
zapatillas y salimos hacia Cunit.
De camino me
comenta que había ido al teatro, luego se quedó “hablando” hasta las 4 de la
mañana por lo que había dormido solo 2 horas.
En el horizonte se
veía negro, las previsiones eran de lluvia y en la autopista nos empieza a
llover, pero la suerte está con nosotros por que se ve un claro más adelante y
al parecer el buen tiempo es, justamente sobre nuestro destino.
Pensamos que Jacob
ya debía estar llegando, pero al poco tiempo vemos su coche en la AP7, por lo que seguimos juntos
hasta una rotonda donde nos volvemos a separar, volviéndonos a encontrar en el
parking. No llovía y al parecer tendríamos un día soleado.
Descargamos las
cosas, hacemos la cola y dejamos las bicis en los boxes, luego a buscar un
lavabo, pero todos estaban ocupados, miramos la hora, quedan 20 minutos para la
salida, 8 personas esperando antes que nosotros, en 4 minutos solo avanza uno, la ansiedad nos invade.
Faltando 15 minutos
estamos con la ropa de calle a 800mts del coche por lo que decidimos ir a
ponernos el neoprene e ir al sitio de la largada.
Ya equipados para
meternos al mar y llegando al punto de salida, un lavabo queda vacío, así que
Edu lo aprovecha.
Nos ubicamos en la
segunda línea de la salida, unos 15 metros del mar, en un claro entre los
participantes. Los jueces dan la salida, Edu se adelanta y yo lo tomo como
referencia, entramos al agua que no daba la sensación de estar fría. Corremos un
buen trecho en el mar ya que es poco profundo, veo que Edu se tira con
intensión de nadar, pero da dos brazadas y vuelta a correr. Así unos 10 metros más, hasta que
la primera ola grande me tira para atrás, me vuelvo a parar y en la siguiente
me tiro por encima y empiezo a nadar en búsqueda de la primera boya.
El tramo de
natación era de 750 mts y consistía en salir de una playa pasar por la derecha
de una primera boya grande, atravesar un espigón, luego por la derecha de una
segunda boya en otra playa para luego buscar la salida donde había un lector de
chip. Llegando a la primera boya siento una patada en la boca que me dejo
marcado el labio superior otras manos por la cabeza y otras tantas que no las
conté. Sigo bien. Me acoplo a uno que lleva mi ritmo y respira para la
izquierda y nada a mi derecha por lo que me corta las olas que entraban hacia
la orilla, así avance unos 200 mts con buen ritmo, hasta que siento el gorro
como un bonete, a punto de caerse, paro y me lo coloco bien, pierdo a mi
rompeolas que ya se había adelantado 5 metros, por lo que seguí solo hasta el final.
Llegando a la playa hago un sondeo de profundidad, toco la arena pero entre las
olas y la profundidad no puedo correr, sigo nadando 10 metros más y ahora sí
empiezo a correr entro en boxes y corro hacia la bici. Voy mirando los números,
no veo el mío. Sigo corriendo y siento que me llaman, me vuelvo y veo a Edu que
tenía la bici junto a la mía. Me había pasado, vuelvo, me saco el neoprene dejo
las cosas me pongo las gafas y el casco y empiezo a correr con la bici ya que
las zapatillas las tenía puesta en los pedales con las gomas, como los profesionales.
Subo sobre la bici y me doy cuenta que la velocidad era muy baja y que debía
girar rápidamente un pedal para no perder el equilibrio, doy vueltas con la pierna
derecha y la zapatilla de la izquierda choca con el suelo y sale despedida,
freno, dejo la bici y vuelvo por mi zapatilla perdida, me las pongo bien y al
fin empiezo con el ciclismo, me encuentro bien, voy solo el primer kilómetro
deseando que algún buen ciclista me pase para poder acoplarme, y a su vez
intentando pillar a un grupo de 3 que estaban adelante mío, al fin los alcanzo
y respiro, voy pegado a ellos durante todas las vueltas y a su vez nos
enganchamos a otros dos que nos pasaron, el circuito de 20km consistía en 3
vueltas por la ciudad con muchos giros a 90º que te hacían perder el ritmo,
también había un limitador de velocidad que hizo perder a muchos el botellín.
Llegando a boxes hago lo de pedalear parado un par de veces, llego, dejo la
bici, me cambio las zapatillas y a correr, alguno de la organización me grita… ¡el
casco…!, vuelvo me lo quito y a correr…
La carrera
consistía en 2 vueltas y media, al finalizar cada vuelta te daban una goma de
las del pelo, tenías que llegar a la meta con dos, en la primera recta me cruzo
con Edu que ya volvía en sentido contrario, muy motivado y concentrado
corriendo como un leopardo, volviendo de la primera recta veo a Jacob a escasos
15 metros
detrás mío, conociendo sus habilidades de corredor pienso que no faltará mucho
para que me alcance, por lo que intento mantener mi mejor ritmo. En la recta de
la vuelta final a unos 800
metros de la llegada me adelanta y lo mantengo a 2 metros adelante, en los
últimos 100 metros
saco las últimas fuerzas haciendo un sprint y pasamos juntos la meta, nuestro
tiempo 1:08´:41´´ mi sensación buenísima, no esperaba bajar del 1:10. Cabe
mencionar que Jacob estaba con gripe.
El tiempo de Edu
1:04´:44´´ durmiendo dos horas…. QUE CAMPEÓN.
Edu quedó en el
puesto 35 en la general, Jacob y yo 84 y 85 respectivamente de un total de 433
participantes que llegamos a meta. “YA SOMOS BUENOS…”
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